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Introducción
¡Vamos a mover el esqueleto y a llenarnos de ritmo! Pero no solo hablo de música y baile, sino de una verdadera explosión cultural. La salsa cubana es más que un género musical o un paso de baile; es un fragmento de los pioneros del movimiento, somos un reflejo viviente de nuestra historia , un reflejo de la magia que ha conectado a los cubanos generación tras generación. Acompáñame en un recorrido por las calles llenas de historia y los ecos de melodías que muestran cómo la combinación de música, baile y religión afrocubana ha convertido nuestra salsa en un fenómeno mundial.
Desde la época de la esclavitud, la música, el baile y la religión afrocubana han sido el alma y el corazón de nuestra identidad. Los tambores africanos encontraron su hogar en Cuba, trayendo consigo la esencia de un continente. Esta fusión rítmica y espiritual dio origen a la Cuba que conocemos y amamos hoy.
En la Santería, cada santo tiene un propósito, guiando nuestros pasos en la vida. Desde Elegguá, guardián de los caminos, hasta Changó, el dios del trueno y la danza. Yemayá, la madre de las aguas y protectora de los hijos, y Oshún, diosa del amor, la fertilidad y los ríos, aportan su dulzura y cariño. Ogún, el guerrero y patrón de los herreros, nos da fuerza y protección. Babalú Ayé, el sanador, nos protege de las enfermedades y nos brinda salud. Y no podemos olvidar a Oyá, señora de los vientos, y Orula, el gran sabio que nos guía con su sabiduría ancestral. Cada uno de estos orishas aporta su esencia y energía única a nuestra cultura, conectándonos con nuestras raíces y tradiciones.
La salsa cubana no nació de la nada. Grandes como Arsenio Rodríguez y Tito Puente, con sus innovaciones y fusiones, llevaron nuestra música a niveles inimaginables, creando puentes entre culturas y generaciones.
La rumba es el alma del barrio. Es el sonido de los tambores en las calles, la energía de los bailarines y la conexión con los orishas, las deidades que nos protegen y guían.
El danzón, con sus raíces europeas, también lleva en su corazón el sabor afrocubano. Es la perfecta representación de cómo lo antiguo y lo nuevo pueden fusionarse en una danza inolvidable.
Las danzas afrocubanas, como la Afro-Cuban Rumba, son el testimonio vivo de nuestra rica herencia, una fusión de tradiciones que nos hace vibrar al ritmo de los tambores.
La combinación de música, baile y religión en la salsa cubana es un canto que resuena más allá de nuestras fronteras. Es un recordatorio de que somos una nación unida por la música, que toca corazones en todo el mundo.
La salsa cubana es un tesoro que brilla con luz propia. Es una mezcla de tradición, pasión y ritmo que nos define y nos une. Sigamos compartiendo esta joya con el mundo, porque la música de nuestra tierra nunca dejará de brillar.
Author del Articulo: Deiby Tum Tum
Fecha: miercoles 17 agosto del 2023
Profesor de salsa cubana en Málaga desde 1998
“Profesor de Salsa y cofundador en 1999 del movimiento Salsero en Málaga, enseñando Ritmos Latinos.”